Lunes 14 de enero de 2013
Escrito por: DELIA BLANCO Dentro de los misterios del ser humano está el don de imaginar y crear. El cerebro humano en sus aspectos anatómicos funcionales nos produce el horizonte y los límites de nuestra inteligencia como lo entendemos en el sentido etimológico de la palabra latina, es decir, la capacidad de comprender y argumentar.
Sabemos que una inteligencia es capaz de producir y ordenar pensamiento, conocimiento y de explorar los senderos del razonamiento filosófico y científico que dentro del recurso del método cartesiano y racionalista produce pensamiento, explora y descubre ciencia, ideas y sistemas. Sin embargo, la creatividad, la ejecución artística, el don o el genio del arte se mantienen dentro de una mística y de un misterio que fascina, provoca, atrae, cuestiona, y nos deja en una especie de flotación del espíritu.
La mayoría de los seres humanos pueden sentir, conmoverse, emocionarse y estremecerse frente a la belleza o a los desastres de la humanidad, aunque pocos son los que pueden como Rembrandt y el conjunto de los maestros flamencos llevar en una tela la profundidad de la luz y el contraste de las sombras, de los puertos marítimos de los Flandes. Por ejemplo: ¿cómo pudo llevar Goya en sus tintas y dibujos Los desastres de la guerra?, esa expresión de horror y de hambre hasta el límite del canibalismo que el maestro aragonés nos dejó como herencia de su genio.
Gracias a qué o cuál virtud pudo Leonardo Da Vinci atraer la admiración del mundo a través de más de cinco siglos con la ejecución pictórica de una sonrisa, y de una mirada sin meta…
Es indiscutible, que las obras artísticas, visuales, plásticas y literarias nos enfrentan al misterio sublime del ser humano en esa capacidad de crear. Esta misma capacidad nos lleva a muchas preguntas que grandes filósofos como Vladimir Yankélévitch nunca pudieron definir en términos racionales, pero sí abordar esta mística con la deliciosa expresión de “un je ne sais quoi d´ inexplicabe” Un yo no sé qué, inexplicable…
Sigmund Freud fue, sin dudas, el primero que abarcó la reflexión sobre el arte y sus creaciones. Intentó analizar y estudiar a través del arte parte de sus teorías sicoanalíticas, y nadie puede extrañarse hoy de su disposición intelectual por la creación.
El doctor Christophe Paradas, phd, siquiatra, sicoanalista y psicoterapeuta, egresado de la Escuela de Medicina de París, firma un excelente ensayo científico y crítico sobre los “Misterios del arte”, llevándonos como experto científico de la vida mental hacia tantas ambivalencias que nos permiten comprender más las interrogantes de la creatividad.
En su obra, el doctor Paradas, francés y de padres franceses, pero con un vínculo paterno con la República Dominicana, por ser nieto del diplomático dominicano don Salvador Emilio Paradas y Sánchez, quien desde los 21 años partió a Europa, abriendo las delegaciones diplomáticas en París, Berlín y en Suiza; evoca el referente fundamental que tuvo el Moisés de Michelangelo en la investigación y producción teórica de la teoría sicoanalítica freudiana, y menciona una carta que Freud escribió a Marie Bonaparte en 1933 donde expresa…Le pido al arte algo más que realismo…
En otra carta enviada a Eduardo Weiss en 1933, también escribe sobre la escultura de Moisés, el genio renacentista, agregando: Nunca ninguna obra provocó en mí tal asombro…Durante tres semanas de soledad en septiembre 1933, me quedé de pie, todos los días en la iglesia frente a la estatua, estudiándola, dibujándola, midiéndola, hasta que se despertara en mí esa comprensión que solo me atreví presentar en mi ensayo de manera anónima. Se refiere al ensayo “El Moisés de Michelangelo”.
El ensayo freudiano establece que ya no se trata del Moisés hebreo, sino, de un Moisés preso frente a su ira dominada, enfrentada al dolor y al desprecio. Es esta fuerza de expresión de la obra que fascinó al sicoanalista, y lo sacudió durante tres semanas, buscando en ella, como en cada consulta, todo el desencadenamiento interior de Moisés, como el de cualquier ser humano traicionado por los suyos.
Queda claro, que el sicoanálisis no explica lo que lleva a un ser humano a la creatividad, pero en los ensayos sicoanalíticos de Freud sobre el arte tenemos una formidable oportunidad de cernir el papel tan importante que jugó y juega el arte en la teoría sicoanalítica.
La obra de Christophe Paradas es un referente insoslayable para entender y reflexionar sobre lo que se siente en los mensajes que nos ofrece el arte en los lenguajes del cuerpo y en las vivencias sensoriales que tienen consecuencias de transferencias sicoanalíticas que permiten adentrarnos más en nosotros mismos y en el artista ejecutor de la obra.
Paradas concede también en su obra un espacio significativo a la literatura, aportando un gran referente de sus reflexiones sobre Marcel Proust, para ponernos en evidencia la obsesión de Proust de encontrarse a él mismo en su propia obra enfrentando el universo material con el emocional, obsesionado por los personajes sicopáticos de su mundo, del tiempo y de la memoria. Este especialista en su análisis nos acerca más de Proust, nos invita a penetrar su bipolaridad como materia de su genio. Es una obra titanesca, obra de un asmático, amanerado, engendrada en la penumbra de un antro ahumado, que revela sus prodigios a la posteridad.
En el capítulo sobre las ficciones de Ernest Hemingway, tenemos todas las luces para descubrir la profundidad de una obra, muchas veces mal comprendida y mal referida.
Paradas, como sicoanalista y admirador de Hemingway, pone todas las luces de alcance sobre los excesos del autor, sus angustias, su ansiedad, su adicción, y nos permite entender mejor y acercarnos más de un gran solitario que intentó a través de su obra vencer una infancia infeliz y la locura de su familia amenazada por el suicidio.
Definitivamente, este autor logra darnos de Ernest Hemingway todos los enfoques que hicieron la fuerza de su obra, un hombre que debemos probablemente volver a leer bajo las señales del psicoanalista.
“Los Misterios del Arte” Estética y Psicoanálisis, nos ofrece respuestas al planteamiento de Vladimir Yankélévitch, porque no se trata de responder al misterio o al enigma que permite que un ser dotado de creatividad le entregue a la humanidad obras artísticas fundamentales. Todos tenemos la posibilidad de encontrar en nuestra espiritualidad e inteligencia una respuesta a ese misterio. Los que creemos en Dios podemos pensar que el Creador Divino hizo posible que el arte fuese uno de sus dones divinos para los seres elegidos.
Desde esta perspectiva podemos ver la capacidad de crear como una misión que Dios dispuso para algunos. La obra abordada intenta dar las direcciones y las referencias que han permitido que tanto Freud como Lacan estudiaran las sinuosidades psíquicas de tantos artistas e intelectuales, entre los cuales, Giacometti, Matisse, Bocaccio, Rembrandt, Beethoven, Miguel Ángel, Leonardo Da Vinci; y que la genialidad de sus obras permitan comprender más la condición humana de esos artistas, luz fundamental para penetrar ese “yo no sé qué inexplicable”…
Cristophe Paradas es sicoterapeuta, psiquiatra y psicoanalista francés. Responsable del Centro Médico (CMP) de Anthony Erasme, París, Francia.
Ha realizado numerosas actividades de enseñanza en el campo de la medicina, psicología, sicopatología, así como de temas culturales. Es el especialista consultante de la Ópera de París. Apasionado de las artes plásticas y visuales, así como de la música. Estudió la guitarra clásica.
Ha presentando en su competente carrera conferencias magistrales sobre autores e intelectuales como Freud, Hemingway, Proust, Camus, entre otros de importancia, desde la perspectiva sicoanalítica. Aborda a profundidades temáticas sobre la cultura y el trabajo institucional.
Ha sido profesor de la Universidad de París X, de Nanterre. Miembro de varias sociedades científicas y comités culturales en París, y en otros países europeos. Autor de diversas publicaciones y de un ensayo muy referido sobre una selección de máximas universales sobre la locura, titulada “Las logias de la locura”.
En la actualidad es miembro de Revista Nervure, de París, Francia. Ha participado en el año 2010 en un evento científico en Funglode, en el que analizó la obra de Proust, y en otro foro realizado también en dicha Fundación sobre “Albert Camus: El hombre, la obra, los surcos de la libertad”, realizado en junio de 2011, con la asistencia de los más connotados especialistas de la obra camusiana, entre los que destacamos a David Camus, nieto del intelectual francés, autor y director de documentales, editor y director de colecciones especializadas de literatura.
Este científico privilegia su participación en República Dominicana, por sus nexos familiares, y cada vez que ha venido al país participa de encuentros, y en programas especializados de radio y televisión, así como en la Academia de Ciencias, donde realizó una amplia conferencia-encuentro.
Ver en línea : http://www.hoy.com.do/areito/2013/1...